jueves, 24 de febrero de 2011

Yo contra mí misma.

Sentada, viendo pasar los segundos, minutos, horas, días... No hay un objetivo fijo, nada entre ceja y ceja para cumplir, las motivaciones se fugaron de la cárcel que era yo.
El Carpe Diem quedó olvidado en un rincón de mí, sin saber el por qué. La felicidad quiso irse de vacaciones, pero me dijo que no sabía cuándo podría volver.
A veces me visita mi amigo insomnio, que dice que me echa de menos... La verdad que yo no, pero no lo digo, solo lo pienso. Me ha dicho que me visita porque ha notado que últimamente pienso mucho en todo y... nada que quería ayudarme y eso. ¿Ayudarme? No, gracias, creo que pensaré cada día menos para que te alejes de mí... es que, mira, chico, que no quiero saber de ti, ¿sabes?
Y la primavera que ya viene al mes que viene, ¿y qué coño hago yo?
Sí, me ahogo en un vaso de agua, pero de siempre, no de ahora. Quiero, no quiero. Estoy, no estoy. Soy, no soy. Sí, no.
¿Y si el problema es solo mío? ¿Y si soy una indecisa? No sé ni quién soy, ni qué hago aquí ni qué es lo que quiero... Me lo planteo, nunca encuentro las respuestas.
Comprensión contra incomprensión...
Preguntas contra respuestas...
Corazón contra cabeza...
Yo contra mí misma...

sábado, 12 de febrero de 2011

Nada es para siempre.

Hay veces en las que siente que todo es tan difícil, que nadie te entiende, que nada es lo crees, que todo es mentira, que tu vida se basa en deseos frustrados, que nunca vas a conseguir lo que quieres...

Cuando tenía 10 años no me imaginaba tal cual soy ahora, me imaginaba mucho más distinta, o al menos es así como yo lo recuerdo... de eso pasó mucho tiempo.
Me duele saber que no he conseguido mis propósitos. Aún recuerdo cuando de pequeñita dije que a los 16 dejaba de estudiar, ¡inconsciente de mí! Menos mal que eso no sucedió, son cosas que se dicen una vez por un motivo determinado y ahí quedan, sin llevarse a cabo (por fortuna).

Nada es para siempre... o quizá sí. Creo que puedo asegurar que sí es para siempre. Sigo guardando el dolor y creo que eso será para siempre, sigo guardando bellos momentos y esos también serán para siempre, sigo teniendo en mi corazón a personas importantes y serán para siempre.

Porque por muchos años que pasen, siempre hay algo que te hace recordar. Aún así, duele tanto el dolor interno... Te pueden pasar por la cabeza mil cosas que no duelan nada, pero cuando aparece un recuerdo triste o bonito pero convertido en triste... es el peor dolor de todos.

No sé, hay veces que no desearía haber nacido, ni desearía seguir aquí, ni desearía ser yo... Otras, en cambio, me da igual estar o no.

Sí, no sé cuál es mi función.