viernes, 28 de noviembre de 2008

La estupidez del necio

Siempre tuve mi mundo feliz, un mundo en el que he vivido toda mi vida. Quizá lo cree en mi interior para hacerme la tonta y no enterarme de los problemas de la realidad.

Pero, por mucho que esté todo el día en ese maravilloso mundo que creó mi mente, soy consciente y siento rabia de los problemas exteriores. Odio la estupidez y necedad del necio, odio a las personas que se creen superiores a otras, odio la hipocresía, odio a la mitad del mundo, odio a Bush...

Por suerte nací en la España democrática, no tuve que vivir la época franquista, pero me avergüenzo de aquellas personas que siguen idolatrando a tal personaje. Esas personas no son conscientes de todo el mal que hizo ese hombrecillo ¿o qué? Malditos fachas... ese tal “Paquito” (el de la voz de pito) era amigo del señor Hitler (creo que señor no es apropiado, mejor escoria... ¿no creen?).

Fue una pena que tantísimos intelectuales tuviesen que emigrar de España por un maldito hijo de puta. No me imagino vivir hoy en día en un país en el que no puedas expresarte ni decir lo que piensas y, aunque parezca mentira, a veces me parece que en España todavía pasa eso.

Creo que son demasiados que, en España, siempre se quejan de la llegada de inmigrantes. Señores, ¿hay que recordar el exilio de intelectuales a otros países en la posguerra?, ¿hay que recordar la cantidad de españoles que emigraron a Argentina, Alemania, etc, de los años 50 en adelante? Esos españoles tuvieron una buena acogida en sus nuevos países, hicieron su vida, ganaron dinero, formaron su familia... ¿Por qué en España hay gente a quien le cuesta asumir la llegada de inmigrantes? ¿Por qué tanto racismo?

Y luego está el resto... que todos conocemos.

martes, 25 de noviembre de 2008

Nostalgia del calor

Se vino más frío de repente...

Quedaron atrás las mañanas de densa niebla para llegar las mañanas frías de heladas fuertes. Parece que la ola de frío es en serio porque... nevó un poquito.

Cómo extraño los días de verano, cuando caminas por la calle o por el campo y una suave y templada brisa te acaricia la cara tímidamente. El pelo se echa hacia atrás moviéndose graciosamente, cierras un poco los ojos, miras al frente y sonríes tímidamente.

¿Y cuándo es más bonito el verano? Cuando tienes personas con quien compartirlo, cuando estás en la calle hasta altas horas de la madrugada contemplando estrellas, cuando puedes tirarte días sin apenas dormir, cuando bebes, cuando cenas con los amigos... y un montón más de cuandos.

El verano... esa maravillosa estación del año en la que el campo se torna de un color dorado, con sus tardes calurosas hasta las 20:00h o más de la noche... Época que pasa tan rápido que ni te das cuenta...

Con el invierno no sucede esto, el invierno es frío y triste, los días duran poco... Lo único bueno es la Navidad y aun así no me gusta mucho, acabé “odiando” un poco esas fechas señaladas.



Disfruten de los pequeños momentos que nos regala la vida...

viernes, 21 de noviembre de 2008

Añorada infancia


Viernes... por fin llegó el tan esperado fin de semana, pero ¿para qué? Sí, como viene siendo algún que otro fin de semana seguido, toca estudiar, esta vez arte. Nos esperan 3 semanas de estudio que, posiblemente, den sus buenos frutos allá por el 18 de diciembre cuando ya hayan puesto las notas.

Giro la cabeza hacia atrás y parece que fue ayer cuando tan sólo tenía 4 años. Son muchas cosas desde aquella época hasta los días de hoy, dulces y amargos momentos. La ilusión con la que afrontaba la Navidad no me la quitaba nadie y, ¿ahora qué? Perdí aquella ilusión, cada año odio más que lleguen estas fechas. ¿Lo bueno de ellas? Tenemos vacaciones.

Cuando yo tenía 4 años era la alegría personificada, siempre soñando, con una sonrisa en la cara, jugando, siendo una personita habladora... Quizá la vida me hizo crecer demasiado rápido, pero nunca he dejado de ser una soñadora que cree que todas las personas tienen algo bueno... nunca aprenderé la lección: siempre hay personas que te hunden o te han hundido y aun así has acabado perdonando, pero otra vez te hundieron. Eso no pasaba con 4 años. Con 4 años aprendí a ir en bicicleta sin la ayuda de las ruedecitas pequeñas, aprendí rápido y casi por mí misma. Todavía puedo ver la sonrisa de mi padre cuando vio que andaba en bicicleta... cómo le echo de menos, me ha hecho mucha falta desde que dejó este mundo...

Luego pasan los años y apenas te das cuenta de ellos. Se van personas que quieres... A la edad de 7 años dices que no vas a escribir como las personas mayores y... cuando eres “mayor” acabas escribiendo como dijiste que nunca lo harías. Con 10 años te enamoras por primera vez, sí, eres chiquitita, pero te enamoras. Con 12 dices que no piensas tener novio hasta los 15 porque los chicos son todos unos idiotas. Pero llegas a los 15 años y no tienes novio ni quieres tenerlo jaja.

Tantas cosas pasadas que no te queda otra que recordarlas con una tímida sonrisa mezclada con la nostalgia.

Felices años 90... Cómo lloré cuando entramos en el año 2000, me tuvo que consolar mi madre porque yo pensaba que todo iba a cambiar y tenía miedo a lo “nuevo” y... todo siguió igual. Pero los años 90... fueron tan especiales... imposibles de olvidar. Mi infancia entre 2 siglos: XX y XXI.

Ahora, en este mismo instante, desearía volver a tener 4, 5...10 años. Quiero volver a las no-preocupaciones, a la vida de la sencillez y la inocencia, a volver a descubrir lo que pasa cuando dos personas se quieren... Quiero volver al pasado.


Sean bienvenidos los años que vengan y que nunca sean peor que los pasados.

martes, 18 de noviembre de 2008

Hoy gano yo

Soy feliz, me siento feliz, tengo felicidad en mí.

Es martes, casi empezó la semana, pero soy feliz. Creo que hoy las cosas me salieron bien. Hasta el día de hoy me fue tan bien que mi mente viajó mientras el profesor de arte nos ponía vídeos de Youtube.

Estar en las nubes... lo más maravilloso que puede hacer el ser humano. Yo lo hago frecuentemente, es más, rara vez estoy en el suelo, siempre volando y volando y en las nubes... se está tan bien que ojalá pudiese quedarme allí siempre.

Me creé mi mundo feliz, donde no hay violencia, donde siempre gano yo, donde puedo estar largo tiempo cantando la misma canción, donde nadie me dice nada por decir lo que pienso, donde mi libertad no tiene límites... mi mundo.


Cuando terminé de estudiar esta tarde me puse a escribir. Como siempre salió todo desordenado, todo lo que surge en mi mente se plasma en un papel o se dibuja... pero dibujar poco porque ahí si que no entendería nada ni yo jaja

En fin... ganas de todo y de nada a la vez.

Hoy gano yo.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Rutinaria rutina...

Te despiertas por la mañana con el intenso pi pi pi del despertador, al cual agarras con la mano y estampas contra el suelo (sí, es de esos que se apagan tirándolos por ahí), vas al baño, te vistes, haces la cama, levantas la persiana... “esta mañana hay niebla”, bajas las escaleras, llegas a la cocina a prepararte el desayuno, te tomas las tostadas viendo el telediario... “cada día hay gente más loca”. Vas a pillar el bus para ir a clase.

Siempre lo mismo... la rutina, maldita rutina.

Pero por mucho que todo se repita y cada día sepa lo que voy a hacer... hay algo que siempre surge y nunca es igual: cada vez que mi mente vuela sola por ahí imagina miles de fantasías, unos días de un tema y otros día de otro.

Todo es tan distinto cuando dejas volar tu mente, cuando todo viaja y los objetos pasan a una velocidad increíble por tus ojos...

No sé si estoy loca, si soy así, si no puedo ser comprendida, si soy fantasiosa... tan sólo sé que soy yo, la persona que siempre fui, la incomprendida por nadie, la que tiene momentos de lucidez y otros tantos de mmm ¿cómo llamarlo? Ni idea del nombre que asignar.

Huir es de cobardes, pero ¿qué es huir de la rutina? ¿un logro? ¿un sueño? ¿quién puede huir de la rutina?

Como siempre... mezclándolo todo.

En momentos como este es cuando deseo que mis pequeñas plantas crezcan y florezcan para poder ¿fumarlas? en los momentos en los que me sienta así, como ahora.


Yo no he cambiado, el mundo sí ha cambiado...

sábado, 8 de noviembre de 2008

El diario

Tienes 12 años, has empezado una nueva etapa en tu vida: el instituto. Te sigue gustando el mismo chico que hace 2 años, tú eres la persona tímida que siempre has sido, pero ahora has crecido un poquito más. No sabes nada de la vida, crees que tu día a día es un infierno... cosas de la adolescencia. Encuentras una pequeña libreta, sacas de la manga un bolígrafo de tinta azul o negra y comienzas a escribir algunas líneas procurando hacer una bonita letra (resultando ser de todo menos bonita). No a dirario, pero intentando hacerlo con frecuencia, vas trazando letras sobre el papel como si de un diario/recordatorio se tratase. Pero no va a ser para siempre, llega un momento en que dejas de escribir para siempre: sí, cuando las malas noticias vienen dejas de hacerlo.

Han pasado algunos años, has crecido y has recordado el lugar en el que pusiste aquella pequeña libreta. Es hora de leerla. Ves que decías que te gustaba un chico, que jamás podrás olvidarlo, que su sonrisa es espectacular... ¡pero si sólo tenía 12 años! Sigues leyendo, es San Valentín, decides no tener novio hasta que no tengas 15 ó 16 años, ya has superado esa edad y sigues sin novio, pero eres feliz porque eres un ser libre. Llegas a la terrible edad de los 13 años, en plena edad del pavo; te gusta el vocalista de un grupo popero para niñas de 13 años, escribes que no puedes dejar de pensar en él, que te ha enamorado, que es una gran persona, que has podido hablar con él porque has conseguido cómo localizarlo, que jamás lo olvidarás... Lo olvidaste porque pasó algún mes y te enamoraste de otro chico, pero algo cambió... ya no te enamoraste por si era o no era guapo, te enamoraste porque ese chico era una persona espectacular, porque podía decirte mil cosas con tan sólo una palabra, porque lo conocías de toda la vida... era el chico de tus sueños. Luego vienen las desgracias y no queda nada más escrito...

Algún año después has seguido enamorada del último chico, pero a día de hoy puedo decir que ya no, que todo ha cambiado y yo he crecido. Pasé esa horrible edad del pavo, he crecido como persona, tengo unos valores propios y unos principios creados por mí. He sabido madurar y ser feliz. Soy un alma con libertad que vuela libremente por el cielo cada vez que cierra los ojos.
Se acabó. Aquella etapa ya fue. He crecido, soy otra persona. No me cambió el corazón, sigo siendo igual de enamoradiza...

También escribo en otra libreta, pero sólo cuando necesito liberarme alguna que otra noche. Son cosas que sólo yo comprendo, nadie más puede entender las mil ideas que escribo en una hoja pequeña.

Soy yo, me formé como persona.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Como esto mil más

Siempre hay gente que acaba teniendo una cierta “envidia” de tí y no sabes por qué, pero ahí está... y a la que puede intentará dejarte mal, hacerte ser lo que no eres y ese tipo de cosas que hacen las personas envidiosas.

Yo, siendo una persona normal y corriente, tengo fama de “empollona”, “pelota” y un pequeño etc. Jamás fui ninguna de esas cosas, sólo suelo retener los datos que me son agradables a mi conocimiento y otros muchos siempre se quedan perdidos (a la vista está que en mi vida he suspendido miles de exámenes); tampoco soy una pelota, ¿por qué voy a serlo? ¿por responder las preguntas que realizan los profesores en clase? Eso me parece absurdo, yo tan sólo me limito a responder, es como si fuésemos caminando por una ciudad no conocida para nosotros y preguntásemos una calle o un edificio, ¿a caso no querríamos la respuesta? Por estas mismas no deberíamos responder porque si a un profesor no se le puede responder una pregunta a un transeúnte desconocido menos...

Como ésta mil cosas más...

Soy normal, no tengo ninguna anomalía intelectual que me permita saber y conocer más cosas que el resto, mi coeficiente intelectual es normal, no soy ninguna genia, me gusta aprender, disfruto aprendiendo lo que me gusta... No sé, las cosas que una persona normal hace.
También adoro la lectura ¿y qué? No soy ninguna rata de biblioteca, sólo pretendo enriquecer lo que hoy en día pretenden apagarnos mediante tv y otros medios. Yo quiero conservar mi cerebro en plenas facultades durante algún tiempo más.

Por favor, crezcamos un poco de mente que entender al resto no cuesta tanto...