viernes, 31 de octubre de 2008

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Viene y va... descansa y se reanuda...
Sentimientos que siento hacia la persona equivocada en el momento equivocado. ¿Mi consuelo? Que tengo su amistad.

Hoy es uno de mis días favoritos, 31 de octubre... se supone que esta noche es mágica. Hoy el día comenzó lloviendo y la luz se apagó lloviendo. Mañana apenas se podrá andar por el cementerio sin que nos embarremos, pero bueno, es lo que toda.

Yo odio ir a los cementerios y más al de aquí. Porque al fin y al cabo si vas al de un lugar en el que no haya nadie que conozcas enterrado... lo damos por pase, pero si vas en el que tienes a tu familia, en el que está tu padre y tus abuelos... no es lo mismo. Supongo que con el paso de los años ya fui acostumbrándome, ya es menos la impresión que me da... pero siempre me paro a hablarles desde mi interior porque sé que me escuchan.


Hoy también fue día sin clase, fíjate... nos perdimos un viernes... ya nos podríamos perder tooodos los jueves del año porque... son mortales!


¿De mi vida? No mucho, siempre es muy parecida: de repente estoy bien, de repente estoy mal. Lo mejor de todo... que la gente no nota cuando estoy mal (o almenos eso creo yo...). También ando cansada de muchas personas que sólo buscan amargarte la existencia, pero bueno, creo que eso también lo superé, la vida me dio muchos palos en referencia a eso.


No más que añadir, esto sirve para desahogar y me agrada saber que la única persona que lo lee es de gran confianza y es una gran persona a la cual quiero mucho.

Garbi, gracias por estar siempre ahí. Te quiero.

martes, 28 de octubre de 2008

Mal de amores

28 de octubre de 2008... ha llovido, quiere llover, las gotitas de agua golpean todo aquello que tienen a su alcance.

Unas personas tan alegres, otras tan tristes... Yo me incluyo en las tristes.

No paro de pensar y de rallarme, no paro de repetirme el por qué es todo tan difícil, no paro de maldecir al mal de amores... al enamorarse de la persona inadecuada y no porque sea mala, sino porque es algo imposible...

¿De qué me sirve llorar? De nada. Soy una infeliz, una maldita y estúpida infeliz. Y ya llevo arrastrando esto unos años, pero cuando parece que se pasa, que ya no hay nada en mi corazón todo vuelve con más fuerza y me afecta más.

¿Qué gano con darme malos ratos? Nada, absolutamente nada.


En fin, tan sólo necesitaba un poco de desahogo, sólo eso...

jueves, 23 de octubre de 2008

Observaciones en un mundo que apesta

Mucha gente llegará a saciar su ansia de querer aspirar a ser más de lo que realmente es.

Jamás podré entender a los cuatro energúmeros que siempre querrán más y más sin importarles las consecuencias que puedan causar hacia los demás. Nunca verán el mal que en verdad hacen.

Sí, estoy sola en esta habitación y sin nada que hacer, sólo me apetece pensar en aquellas cosas a las que mucha gente no da importancia alguna y que parece que sólo nos percatamos cuatro gatos.

¿Qué sentido tiene vivir en un lugar en el que cada uno sólo piensa para sí? ¿Por qué no pensamos en el mal que podemos causar al de al lado? No sé... siempre buscamos nuestra propia felicidad, haciendo lo posible para conseguir cuanto más mejor. Esa es la nueva ley de una sociedad superviviente.

A lo largo de mi vida he oído muchas veces decir a gente de mi entorno “tú es que eres la persona más buena que conozco”, “eres una buenaza”, y cosas por el estilo hacia mí. Yo no sé si soy buena persona, si obro bien u obro mal, yo sólo intento ser quie soy y mostrarme en mi “esencia más pura”, pero sólo aquellas personas que me conocen verdaderamente saben cómo soy y jamás me juzgaron de mala compañía o mala persona. Está claro que tengo mis pros y mis contras, como todo ser humano, y está claro que no soy la chica perfecta (y jamás lo seré), pero intento ayudar, aguantar a aquellas personas que siempre quieren herirte y todo ese odio que tengo lo acabo plasmando en un papel o a solas con mi pensamiento... cuando, finalmente, rompo a llorar.

¿No podríamos poner cada uno algo de nuestra parte para mejorar las cosas? El mundo está lleno de pobreza y de pobres que aparentan ser ricos... ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Por qué importa más el qué dirán que nuestros propios sentimientos?

Preguntas sin respuestas...

domingo, 19 de octubre de 2008

El corazón

Con el corazón en las manos y los 5 sentidos puestos en el ambiente.
Todo pasa... la vida ante los ojos, veo algo... algo rojo, muy rojo, no quema ni enfría, transmite tristeza... Mi corazón camina lentamente por la estrecha senda que lo llevará al lago más oscuro que jamás se haya podido imaginar.

Ya no late, ya no suena... ¿Qué te pasa, pequeño amigo? ¿Por qué tanta prisa en marchar? La vida te dará una oportunidad.
No, no te alejes, vuelve, prometo no estar siempre así, prometo tener una sonrisa en la cara, prometo hablarte desde lo más profundo de mi alma, prometo... ¡lo prometo todo!

Porque... ¿hay algo más importante que el corazón y lo que él sienta? ¿hay algo más que esa maravillosa sensación que una persona siente cuando logra ver y escuchar a su corazón desde lo más profundo, cuando estás mal, cuando ríes, cuando cantas, cuando saltas, cuando te diviertes? No, no hay nada más importante.

Vive, pequeño, vive, dame la luz que me ilumine cada mañana, que me acompañe de día y de noche, esa luz que me haga buscar en mi interior y elegir lo que me hace bien frente a lo que me hace mal.

Late...

viernes, 17 de octubre de 2008

Torbellino de pensamientos... ¿absurdos?




¿Alguna vez sentiste ser una persona que necesita algo? Pues así me siento yo hoy. No sé por qué, pero últimamente me pasa con frecuencia... necesito algo y no sé qué es. Puede que eso que necesite tan sólo lo quiera mi alma o mi corazón, pero mi cabeza... no lo creo.

Qué sé yo... sólo tengo 17 años, se supone que a mi edad tienes que ser una “viva la vida”, no preocuparte mucho ni de los demás ni de tí misma porque ¿para qué? ya tendré tiempo de responsabilidades de aquí a poco. Yo no soy de esas personas que opina así, yo soy diferente al resto, me preocupo por mí y por la gente, me gusta ser “responsable” aunque mi madre diga que no lo soy (eso es porque no conoce a mucha gente de mi misma edad...), a mí me gusta que en mi familia se sientan orgullosa de mí y yo creo que se sienten porque nunca he dado motivos para que me castiguen ni esas cosas que suelen hacer los padres.

Son tantas cosas que a lo largo del día rondan mi cabeza que... pierdo la cuenta. A veces me distraigo con facilidad porque ando sumergida en mis pensamientos, mi mente viaja sola, mis ojos siguen abiertos, mis labios esbozan una tímida sonrisa... sí, pienso algo agradable, sueño algo imposible...

Pero, ¿tan difícil es poder entenderme? ¿Tal es lo que quieren las personas que me rodean a diario que quieren obligarme a algo que yo no quiero? ¿No pueden llegar a comprender que soy una persona diferente, que necesito paz y relajación? ¿No entienden que no soy como el resto, que sigo mi curso vital? ¿No logran aceptar que no todos nos divertimos de la misma forma?
Esas y otras preguntas más están hoy por mi mente. Yo no necesito que nadie me diga lo que debo o no debo hacer porque creo que estoy en una edad en la que puedo decidir sabiendo las consecuencias de ello. ¿Que a mi me gusta estar sola? ¡Pues claro! Y también me gusta estar con gente a la que no puedo ver todo lo que me gustaría por motivos de distancia, pero qué le vamos a hacer... la vida es así.

No más por hoy... las reflexiones de una joven como yo no interesan a nadie.
Hagan lo que quieran, yo no obligaré a nadie a lo que tiene que hacer porque cada uno sabe lo que le conviene.


Tan sólo pido algo de comprensión, yo soy como soy.

martes, 14 de octubre de 2008

Otra vez un popurrí de ideas descabelladas

Lunes... hoy no hubo clase. Mañana toca volver a la rutina después de 3 días sin hacer nada... Pero bueno, se procurará empezar con una sonrisa de oreja a oreja aunque cueste.

Un puente en el que todos los días hace mal tiempo menos hoy... ya podría haber sido al revés, pero las condiciones climáticas nunca estarán a favor, benditas sean las Leyes de Murphy.

Quiero que mi mente viaje sola por el mundo, que nunca esté en esos momentos en los que tienes a una persona aburriéndote a tí y a otros tantos compañeros más. Tan sólo pido un poco de libertad intelectual, que mucho no cuesta en dar.

Yo sé que pienso por mí misma, que no sigo a nadie como si de un rebaño de ovejas se tratase la situación; yo me doy cuenta de todo, sé cuándo las cosas van mal y cuándo van bien.

En fin, pensamientos de una persona como yo jamás podrán ser tomados en serio (y eso si alguna vez son escuchados por alguien...). Yo digo un óle por aquellas personas mayores que creen lo que gente como yo decimos, que siempre están ahí para nunca desesperanzar a nadie, que siempre intentan ayudar para que en un futuro (y no muy lejano) podamos ayudar en este mundo de mierda, etc.

Pero como siempre, y en todo lo que hago, si no mezclo las cosas no soy yo. Y ahora, en estos instantes, tengo que decir que siento sentir que te quiero... De cada pensamiento que tengo al día tú ocupas las tres cuartas partes de él... Tan sólo es lo que siento, palabras de mi pensamiento.



Aaaah, ya queda menos para el 31 de octubre, no sé, siempre le tuve simpatía al día.

sábado, 11 de octubre de 2008

La vida de unas pequeñas plantas...

Comenzó un 20 de junio de 2008 (más o menos). Yo acababa de hacer ese día un examen de recuperación de filosofía, era de todo el curso y me la jugaba (y bien que me la jugué...), encima era un viernes. En mi posesión tenía dos pequeñas semillas de una de las plantas más famosas del mundo, efectivamente, Marihuana (también llamada cáñamo, yerba, etc.), que con mucho cariño, mimo y cuidado había mantenido en un algodón empapado de agua hasta que las dos semillas habían germinado bien.

Aquel día, después de comer, las puse en una maceta cada una, con tierra buena. Lo hice con sumo cuidado y con mucha delicadeza. Las regué y las puse en la ventana de la habitación.
Conforme pasaban los días las pequeñas plantas iban creciendo todos los días un poco. Las ponía música, las hablaba, las mimaba... todo para que estas pequeñas creciesen.
Luego pasaron a estar en otro lugar donde tenían suficiente calor para crecer y crecer. Pero ellas llegaron a una estatura de la cual decidieron no crecer más... pero aún así ellas seguían ahí al pie del cañón.

A primeros de septiembre, en uno de los muchos días en los que iba a visitarlas, me di cuenta de que mis pequeñas plantas se estaban haciendo unas plantas “adultas”. ¡Les estaban saliendo unos pelitos blancos y largos!

Las volví a cambiar de sitio para ponerlas en una ventana donde toda la tarde da el sol y tienen calor. Ayer, viernes 10 de octubre de 2008, trasplanté las plantas a otras macetas más grandes para que puedan seguir creciendo.

De momento van formando su cogollito y... sentí una inmensa alegría cuando vi que mis dos pequeñuelas eran... dos preciosas hembras. Ese día me sentía feliz y radiante de alegría.

Ahora todos los días abro la ventana para verlas y para oler su tan gran olor que desprenden. Ellas dos tienen nombre, se llaman María y Juana.

viernes, 3 de octubre de 2008

Un día más en un mundo de mierda...

Ag, quiero escapar de todo, quiero huir a un mejor lugar, ser libre y volar, volar, volar...

¿Por qué tantas injusticias? ¿Por qué tanta violencia? ¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es nuestra misión en la Tierra? ¿Destruirla?

Tantas preguntas para una mente adolescente que se está llenando poco a poco de saber... un saber que no ocupa lugar, pero que sin embargo está ahí.

Lo mejor de todo es soltar más cosas de lo habitual porque no tengo que esconderme a cómo soy. Si siempre busco un doble sentido a las palabras ¿qué pasa? ¿alguien me va a pegar por ello?




Aaaaaaaaaaaaah ya lo mezclé todo... siempre lo hago.







Yo sólo quiero reír de felicidad y llorar de alegría...