miércoles, 30 de diciembre de 2009

1999 - 2009

Tenía pensado hacer una de esas tantas reflexiones que la gente se decide a hacer en un día como hoy o como mañana… He recapacitado y he llegado a la conclusión de que a nadie le importa cómo ha sido o ha dejado de ser el año 2009 para mí.

Me voy a limitar a decir que éste ha sido un gran año. De lo malo intento no acordarme y lo bueno procuro tenerlo presente.

Recuerdo, como si de ayer se tratase, el día 31 de diciembre de 1999. Yo era una jovenzuela, pero mi memoria me permite acordarme de muchas cosas de mi “pasado”. Habíamos terminado de cenar hacía un rato y el turrón y los polvorones los habíamos dejado apartados en un lado para ponernos cada uno las famosas 12 uvas. Se acercaba la hora, quedaban 5 minutos… 4… 3… 2… 1… y ¡FELIZ AÑO NUEVO! No era un año cualquiera, era el año 2000. En ese instante comencé a llorar como si de algo malo se tratase. Me asustaba el año 2000, tanto se escuchó en tv, radio, prensa… sobre el “efecto 2000” que me entró el pánico. Tras 10 minutos llorando y siendo consolada por mi madre, asegurándome la pobre mujer que no me iba a pasar nada malo, dejé de llorar, me fui a dormir y dejé que mis “problemas” se resolviesen solos.

1999 - 2009… una década llena de cosas buenas y malas. En 2002 dijimos adiós a nuestra amada peseta para dejar paso al euro. En España se encareció todo con la excusa de que “redondeaban” los precios… ¡y una mierda! El 11 de marzo de 2004 se produjo el mayor atentado terrorista en España, un día horrible. Y bueno, luego hay otras cosas (malas y buenas) de mi vida privada.

Se va una década, comienza otra… Y el vivir día a día en este mundo ya es un reto.


Feliz año…

viernes, 18 de diciembre de 2009

Y el día le hizo pensar

Estaba tumbada en la cama y mientras tanto pensaba y pensaba. Llevaba varios días dándole vueltas a todo, intentando buscar esa explicación que nunca llegaría.
Había llegado a lo que podríamos denominar como su “duda existencial”. En estos momentos se planteaba su existencia y la existencia del momento. ¿Era verdad o era un sueño? ¿Despertaría y se daría cuenta que nada había sucedido? ¿Se encontraba ante una visión del futuro?
Ella pensaba que un sueño no podía ser porque nadie sueña tantos años seguidos y la visión del futuro quedaba descartada. La filosofía nunca fue su punto fuerte, pero había aprendido que ya hubo quién se cuestionó todo esto y, es más, utilizaba la imagen de un ser superior que nos maneja como marionetas.
Plantearse su existencia… ¡qué estupidez!



Se me va la mente a lo existencial, pienso y surgen cosas como lo de arriba.

Demasiadas entradas en el blog en tan poco tiempo, ojalá sigan saliendo cosas así.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Lunes...

Después de un tiempo he llegado a la conclusión de que siempre es lo mismo, pero con distintas circunstancias.

¿Cabe posibilidad alguna de que el mundo sea como la pescadilla que se muerte la cola? ¿Estamos ante un ir y venir del tiempo?

De mucho no me sirvió estudiar filosofía, la verdad, pero me quedé con algo y por ahí había un autor que hablaba del devenir y demás. Bueno uno… había muchos filósofos y muchas teorías. Lo que más me marcó fue aquello de “si meto la mano en el fuego no tengo la certeza de que me vaya a quemar”. Por si acaso yo nunca meto la mano al fuego, probablemente me queme, probablemente no…

Resumiendo: hoy tengo un día muy surrealista. No sé ni por qué escribí todo esto. Si alguien leyó a leer esto es posible que me trate de loca, estúpida, no sabe ni lo que se dice… y demás. Para más información deje su comentario y se le intentará responder amablemente.




Nota: Hoy es lunes.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Las decepciones duelen

Una decepción es algo que duele. Aún es más dolorosa si te decepciona un ser querido. También duele que te dejen por mentirosa, que piensen lo que no es.

El dolor duele. Llorar no sirve de nada, pero te alivia y te acaba relajando.

El daño te duele, las decepciones te duelen…

lunes, 7 de diciembre de 2009

Filosofía "reberiana"

El ser humano tiende a creer en un ser superior a él. Este ser superior tiene, como principal característica, la inmortalidad. Siempre es el mismo ser, pero con diferentes nombre en el cristianismo (dios), el judaísmo (javéh) y el islamismo (alá).

Ante estas creencias hay dos posturas que ponen en duda la credibilidad de estos seres superiores. Por un lado, nos encontramos con el ateísmo, el cual defiende la no creencia de estos seres. Por otro lado, está el agnosticismo, que ni afirma ni desmiente la existencia de los dioses.

¿La postura correcta? Cada cual sabe en lo que cree y en lo que no cree. A nadie se le puede imponer una creencia por la fuerza, pero es conocido que el cristianismo obligó a muchos “fieles” a creer en su dios, y luego está la Inquisición, pero ese es otro tema.

¿Es necesario que el ser humano crea en “algo” superior? ¿Sería igual el mundo si no se creyese en los dioses? Hay cosas que no se pueden explicar, de ahí que se las atribuyan a esos dioses. ¿Un mundo sin creencias religiosas? Es probable que fuese un mundo mejor.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Yo también soy estúpida

Por más que una persona se pregunte el por qué de las cosas nunca va a saber nada. Por más que alguien intente cambiar el destino, no lo conseguirá.

La estupidez siempre estará asociada al ser humano. Sí, yo también soy estúpida.