domingo, 19 de octubre de 2008

El corazón

Con el corazón en las manos y los 5 sentidos puestos en el ambiente.
Todo pasa... la vida ante los ojos, veo algo... algo rojo, muy rojo, no quema ni enfría, transmite tristeza... Mi corazón camina lentamente por la estrecha senda que lo llevará al lago más oscuro que jamás se haya podido imaginar.

Ya no late, ya no suena... ¿Qué te pasa, pequeño amigo? ¿Por qué tanta prisa en marchar? La vida te dará una oportunidad.
No, no te alejes, vuelve, prometo no estar siempre así, prometo tener una sonrisa en la cara, prometo hablarte desde lo más profundo de mi alma, prometo... ¡lo prometo todo!

Porque... ¿hay algo más importante que el corazón y lo que él sienta? ¿hay algo más que esa maravillosa sensación que una persona siente cuando logra ver y escuchar a su corazón desde lo más profundo, cuando estás mal, cuando ríes, cuando cantas, cuando saltas, cuando te diviertes? No, no hay nada más importante.

Vive, pequeño, vive, dame la luz que me ilumine cada mañana, que me acompañe de día y de noche, esa luz que me haga buscar en mi interior y elegir lo que me hace bien frente a lo que me hace mal.

Late...

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