sábado, 12 de febrero de 2011

Nada es para siempre.

Hay veces en las que siente que todo es tan difícil, que nadie te entiende, que nada es lo crees, que todo es mentira, que tu vida se basa en deseos frustrados, que nunca vas a conseguir lo que quieres...

Cuando tenía 10 años no me imaginaba tal cual soy ahora, me imaginaba mucho más distinta, o al menos es así como yo lo recuerdo... de eso pasó mucho tiempo.
Me duele saber que no he conseguido mis propósitos. Aún recuerdo cuando de pequeñita dije que a los 16 dejaba de estudiar, ¡inconsciente de mí! Menos mal que eso no sucedió, son cosas que se dicen una vez por un motivo determinado y ahí quedan, sin llevarse a cabo (por fortuna).

Nada es para siempre... o quizá sí. Creo que puedo asegurar que sí es para siempre. Sigo guardando el dolor y creo que eso será para siempre, sigo guardando bellos momentos y esos también serán para siempre, sigo teniendo en mi corazón a personas importantes y serán para siempre.

Porque por muchos años que pasen, siempre hay algo que te hace recordar. Aún así, duele tanto el dolor interno... Te pueden pasar por la cabeza mil cosas que no duelan nada, pero cuando aparece un recuerdo triste o bonito pero convertido en triste... es el peor dolor de todos.

No sé, hay veces que no desearía haber nacido, ni desearía seguir aquí, ni desearía ser yo... Otras, en cambio, me da igual estar o no.

Sí, no sé cuál es mi función.

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